domingo, 16 de enero de 2011

Paraguas no sirven

Packing was always a good time. Bukowski


“Non parlare con te mi impoverisce”, así tu mejor metáfora llovió random en el chat del puto facebook - palabras pertrechadas y puertas que dan a nada y nadie cruza. (Pero guardé una copia de la llave, por si acaso.)

Aquí pasa algo parecido bro, tu distancia me abrevia y enero es feroz sin esas calles de paraguas donde caminar kilómetros bajo lluvias despiadadas – le nostre idee impermeabili y los charcos en las zapatillas - llegar a tu casa para cocinar pasta al azar y morir tus pequeños milagros, ser tu hermana del miedo en la fuga, la duda, la vuelta y la duda y la vuelta y la fuga y la duda. Así, otra vez, seremos plumas y nos hundiremos, cargados de placebo y comida salvaje, nos ataremos a la tierra por la eterna presunción de que este aire realmente no vale la pena. "Qué culpa tenemos, ¿si somos los irregular?" Ningún mérito tampoco.

Todo, nada, siempre, nunca. Palabras de plomo.
La regla es actuar rápido y pensar lento o viceversa, pero no al mismo tiempo.

Cuando dejemos de querer ejercer un control, tal vez nuestra vida será más tolerable, cuando dejemos de querer ser otros o cuando dejemos de querer
y punto
cuando finalmente nos resulte penoso seguir complicando la existencia ajena, cuando actuemos sin miedo ni preguntas, con dos N
egroni en el estomago y un empuje exacto, menos sueños
más alucinaciones

nos iremos a morir en cada esquina hablando de otras cosas como si nada, entre palomas que parecen revólveres
o bajo pórticos interminables y paraguas reventados, esos insectos pisoteados que nuestra antigua Bologna cría y abandona.

Que no nos pregunten qué vamos a hacer después - nunca lo vamos a saber ahora - pero packing será always a good time
nos iremos ahí donde nadie sabe
- seremos el decorado de las ciudades a las que nunca llegaremos -
de Barcelona a Melbourne
y ahora que nos reconocemos
(y lo sabemos)
seguimos, persistimos, repetimos